El Renacido

Una lucha por la supervivencia y una historia de venganza son dos expresiones que podrían resumir la película de El Renacido. Pero la mayoría sabemos que una buena película no se compone solo del argumento, sino de la forma en que se cuenta. Y esto es lo verdaderamente destacable de El Renacido: la fotografía, los escenarios y los planos.

La historia comienza con una escena de caza con Leonardo DiCaprio dando vida a Hugh Glass, un explorador que acompaña a un grupo de tramperos que recolecta pieles de animales. Pero sufrirán un ataque de los nativos americanos y tendrán que huir del lugar, continuando a pie hasta un lugar en el que estén a salvo de las tribus.

Durante esa expedición, Hugh será atacado por un oso de una forma brutal que le deja medio muerto (la escena es una de las más fuertes de la película, aunque hay otras, como la del caballo...). El grupo cargará con él hasta cierto punto...Y hasta aquí puedo leer sin destripar la película.

Como decía anteriormente, los paisajes son increíbles (de ahí que se haya llevado el Oscar a Mejor Fotografía). Éstos logran trasladarte a una época colonizadora en el que la tierra es aún virgen y en la que hasta entonces sólo habían vivido los nativos americanos. Los planos también tienen una destacada importancia, ya que viran de un lado a otro uniendo distintos puntos de vista de distintas historias. De hecho, DiCaprio vuelve a arrastrarse luchando por seguir adelante como lo hacía en El Lobo de Wall Street, pero en esta ocasión sin droga de por medio, sólo con el dolor de las heridas provocadas por el ataque del oso. Un ataque, he de decir, bastante increíble de sobrevivir. Pero bueno, sin él no habría historia.

Y tampoco sería lo mismo sin un malo, interpretado por Tom Hardy. El que es malo, es malo, y no se debe creer que en algún momento puede cambiar, como se deja entrever en la película, aunque luego se resuelve que este personaje no cambia de naturaleza en ningún momento.

Es curioso ver también cómo la historia comienza y termina casi de la misma forma, con un flujo de agua, con una escena de caza que al principio es entre el hombre y el animal, y que al final es entre dos hombres a vida o muerte (aunque uno de ellos también podría ser el 'animal'). Pero sin duda lo más impactante es el final. Ese momento en el que se rompe la cuarta pared con el espectador y el protagonista interpela directamente al espectador. Un final un tanto desconcertante después de una violenta pelea en la nieve (que no podía ser de otra forma).

Lo bueno que me pasó con esta película es que no me había creído las expectativas que me habían creado con "la mejor interpretación de DiCaprio". Fui, lo vi, y lo comprobé. No niego que se me hiciera un poco larga, pero no pesada (dura dos horas y pico). Una buena película para una tarde en la que no se tenga nada que hacer.

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