War horse
Ambientada en la primera Guerra Mundial, Spielberg cuenta la historia de un caballo que va pasando de manos y cambiando de bando. Aunque en un primer momento sirve para arar el campo, con el inicio de la guerra el caballo tiene que alejarse de su dueño, quien le promete que le volverá a encontrar.
A partir de este momento -e inexplicablemente-, el caballo va sobreviviendo pasando de unas manos a otras, cuyos dueños van desapareciendo a medida que avanza la guerra.
Spielberg humaniza al caballo haciéndole protagonista de la historia. Menos mal que no habla, porque es lo que le falta. Hasta se echa una amiga/novieta. De hecho a veces me recordaba a una película de Disney, aunque estuviera ambientada en plena guerra, porque toda la superación y el amor idealizado que rodea a la película es propia de esta compañía.
En fin, que no todas las películas de Spielberg tienen porqué ser buenas, ni todas las películas de guerra tener una buena historia. War horse cumple estas dos cosas.
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