Bohemian Rhapsody

Hay quien define a Bohemian Rhapsody como un biopic de Freddie Mercury. Yo, sin embargo, creo que es más una película musical (que no un musical) sobre Queen que un retrato del cantante o un repaso por la vida del artista. Personalmente no conozco la historia del personaje al que da vida Rami Malek, pero aún así noto las licencias que se ha tomado el director a la hora de plasmar su 'biografía' en esta película. Hay cosas que chirrían, especialmente en el montaje de la cinta, que en muchas ocasiones no tiene ningún sentido, y que pasa muy por encima por los problemas que insinúa que tenía Freddie Mercury, ya que no los muestra explícitamente en el film, lo que es una lástima.

Como todo biopic, la película comienza con los inicios de Farrokh Bulsara, un aspirante a cantante que da con un grupo al que por casualidad le falta el vocalista. En su primera actuación ya deja ver que es diferente y que tiene algo especial. A partir de ahí empieza su camino como integrante del grupo, que posteriormente pasará a llamarse Queen. En apenas cinco años ya cuentan con reconocimiento internacional, comienzan las giras, y al mismo tiempo, se muestra el proceso de creación de las canciones y la relación de Freddie con Mary Austin, quien fuera su primer y verdadero amor. Todo ello metiendo de por medio miraditas con otros hombres que pretenden insinuar que al protagonista le atraen las personas de su mismo sexo.

Con la intensidad de las giras las relación con Mary se enfría y le confiesa -y a sí mismo-, que es homosexual, algo que en realidad ha sabido siempre pero que se negaba a aceptar (todo esto es la impresión que saco yo por cómo lo cuenta la película). Y mientras el grupo no para de crecer y de hacer grandes temas como We Will Rock You, Bohemian Rhapsody, Love Of My Life o Another One Bites The Dust . Sin embargo, la fama, las drogas y las malas influencias empiezan a hacer mella en Freddy, lo que le lleva a separarse del grupo para hacer un par de discos en solitario. Pero claro, el amor de su vida no podía dejarle solo en esa espiral de destrucción y decide ir a ver qué tal está e intentar convencerle para vuelva a casa, donde están las personas a las que le importa. Y lo consigue. Es entonces cuando llega el mejor momento de la película: el concierto Live Aid que juntó a grandes personalidades de la música con el único fin de recaudar dinero para luchar contra el hambre en África. Un gran concierto final para una película que deja mucho que desear.

Al ir a ver Bohemian Rhapsody no tenía expectativas, y aún así me ha decepcionado, al menos en cierta medida. Yo esperaba, por lo menos, que se mostrara la cara amarga que al parecer tienen las estrellas del rock: la típica combinación poco conveniente de sexo, drogas, alcohol y malas compañías. Y todo eso no lo toca ni de lejos. Deja pequeñas pistas sin llegar a mostrar nada, como si eso fuera a degradar la imagen del cantante, algo que, creo, no ocurriría si se tomara la decisión de ser más fiel a la realidad (que, reconozco, desconozco sobre este personaje, pero aún así tengo la sensación de que no es tal y como lo refleja la película).

Sí deja ver que al cambiar de representante y alejarse del grupo todo comienza a irle peor, y da la impresión de las fiestas que da, -con actores que exageran su homosexualidad-, son la causa de su soledad, su aislamiento y su posterior contracción del sida. Pero todo eso no se muestra a través del protagonista, como debería ser, sino que se hace con pequeñas pinceladas, planos montados unos encima de otros sin ningún sentido, que no dejan brillar al actor principal. Todo cobra sentido cuando descubro que el director de Bohemian Rhapsody es el que ha dirigido las películas de X-Men. Ahí ya cuadra todo.

Cuando sí deslumbra el protagonista es en los conciertos. En esos momentos -los mejores de la película-, Malik se mete completamente en la piel del artista y es un fiel reflejo de él. No obstante, con la sensación general que me quedo es que no es un biopic de Freddie Mercury, es una película sobre la música de Queen. Algo que, en realidad, no puede estar mal si cuenta con esa tremenda banda sonora.




Nota final: quiero destacar especialmente tres momentos de la película que son completamente chorras: el primero, con los nombres de las ciudades por las que van pasando, todo luces y color, que no cuadran con la estética general de la película; el segundo, en la rueda de prensa en la que le preguntan a Mercury sobre su sexualidad, todo emborronada, con esos primeros planos que pretenden reflejar la ansiedad del protagonista sin lograrlo; y tercero, el momento de la gente cantando en el bar durante el Live Aid, que me hace pensar que es cómo vivió el director ese momento más que pretender reflejar lo que se vivía en distintas partes del mundo. A eso hay que añadirle el duplicado de pantalla de la primera canción y el paseíllo rojo hacia el 'mundo gay'. Demasiadas 'técnicas' que dan como resultado un batiburrillo sin sentido.

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