Bodyguard
El nuevo guardaespaldas de la Ministra de Interior británica debe protegerla de toda amenaza, incluido de sí mismo. Ella es la causante de que fuera a la guerra y de que volviera convertido en una persona totalmente distinta. Un planteamiento que parecía interesante y dotado de sentido en los dos primeros capítulos, pero que luego se difumina al entrar en juego el terrorismo islámico y los ataques a la política, lo que provoca un cambio brusco en la actitud del protagonista. Pese a ello, el papel de Richard Madden es impecable. La pulcritud y seriedad con la que realiza su trabajo -tanto como guardaespaldas como interpretándolo- demuestran que se merecía ganar ese Globo de Oro.