El nuevo guardaespaldas de la Ministra de Interior británica debe protegerla de toda amenaza, incluido de sí mismo. Ella es la causante de que fuera a la guerra y de que volviera convertido en una persona totalmente distinta. Un planteamiento que parecía interesante y dotado de sentido en los dos primeros capítulos, pero que luego se difumina al entrar en juego el terrorismo islámico y los ataques a la política, lo que provoca un cambio brusco en la actitud del protagonista. Pese a ello, el papel de Richard Madden es impecable. La pulcritud y seriedad con la que realiza su trabajo -tanto como guardaespaldas como interpretándolo- demuestran que se merecía ganar ese Globo de Oro.
Bodyguard comienza fuerte, muy fuerte, con el posible ataque terrorista a un tren de pasajeros, entre los que se encuentra el veterano David Budd, que gracias a su intervención logra salvar la situación. Esto provoca que le nombren guardaespaldas de la Ministra, que representa todo aquello que odia. Sin embargo, como buen profesional que es se entregará a la tarea en cuerpo y alma.
No obstante, la serie cuenta con altibajos, aunque afortunadamente luego mejora. El tema de la política británica y el terrorismo islámico no lo había visto tratado en la ficción de la manera en la que lo hace esta serie, y además logra hacerlo bien. En ocasiones despista al espectador tanto como lo está el sargento cuando se pone a investigar. Demasiados frentes abiertos, entramados políticos y personajes que, en su versión original, son difíciles de seguir. Sin embargo, los giros de guión te mantienen enganchado capítulo tras capítulo.
Aún así, en general me ha gustado. especialmente y gracias a Madden, que borda su papel hasta el final (el último capítulo es pura tensión y adrenalina). No es una serie memorable pero sí recomendable para hacer un maratón y estar entretenido. Eso sí, requiere mucha atención para seguir las tramas, así que más vale verla con los ojos y oídos bien abiertos.
La música, el color, el amor y el drama son los componentes de La La Land , esa película que en 2016 hizo historia por volver a poner los musicales en cartelera y por el mítico error en los premios Oscar. Emma Stone se consagraba ganando la estatuilla a mejor actriz, Ryan Gosling sorprendía tocando el piano, y Damien Chazelle conseguía que por fin su película viera la luz, después de años tratando de sacar el proyecto adelante. Resultado: 6 premios Oscar que la convirtieron en un hito en su momento.
El actor ha fallecido a los 63 años de edad dejando tras de sí una gran cantidad de películas que marcaron a varias generaciones. Jumanji , Hook , Flabber , La señora Doubtfire o El club de los poetas muertos son sólo algunas de ellas. Al leer la noticia no podía creérmelo. Cómo alguien tan polifacético podía haber muerto así, de repente. Las primeras informaciones apuntan a un posible suicidio, lo que contradice con la imagen humorística que se tiene del actor. Al parecer sufría depresión desde hacía varios años. Es sin duda una noticia triste para el mundo del cine, ya que pierde a uno de los actores con los que más hemos podido disfrutar.
Un descubrimiento de Netflix que he hecho recientemente es esta secuela de El abuelo que saltó por la ventana y se largó . En la misma línea y con los mismos protagonistas, El abuelo que no pagó la cuenta y se largó se ubica justo después de los acontecimientos de la primera película, cuando el variopinto grupo se encuentra en una isla disfrutando de su riqueza. Pero ahora una misteriosa y adictiva bebida les llevará de nuevo a las andadas.
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