Si todavía no te has acercado a esta serie británica de Netflix, te la recomiendo encarecidamente; a no ser que no te guste la comedia negra con toques de drama. Los dos protagonistas son únicos: un chico que se plantea matar a alguien, y una chica que odia absolutamente todo y a todos.
De ahí parte la primera temporada, que no era fácil de superar o de igualar, pero ha tenido una buena segunda parte que cierra muy bien la historia.
¿The End of the F***ing World podría considerarse una miniserie? Tiene dos temporadas de ocho capítulos cada una con una duración de, aproximadamente, 20 minutos. No sé si podría entrar en esta categoría, pero sí es una serie de fácil y rápido consumo. De hecho, es de esas series que te dejan con la boca abierta al final del capítulo para que veas el siguiente.
En la primera temporada James y Alyssa se juntan casi por casualidad, y su viaje les lleva hasta una casa en medio del bosque que cambiará sus vidas para siempre. En la segunda temporada se retoma ese suceso dos años después para contar la historia de Bonnie, una mujer que perseguirá a los jóvenes por venganza. No quiero comentar nada más de la trama para no hacer spoilers, porque le quitaría la gracia.
Lo bueno de esta serie es cómo están construidos los personajes, que son, a priori, un psicópata y una joven con muchos problemas para relacionarse, y que sin embargo encuentran en el otro el apoyo y la comprensión que no habían experimentado hasta entonces. Y todo por un hecho horrible que les unirá para siempre, por mucho que quieran separarse. Además, la incorporación de la exconvicta aporta de nuevo ese toque violento que caracteriza a The End of the F***ing World. Si quieres ver algo distinto y en una tarde o fin de semana, esta es tu serie.
La música, el color, el amor y el drama son los componentes de La La Land , esa película que en 2016 hizo historia por volver a poner los musicales en cartelera y por el mítico error en los premios Oscar. Emma Stone se consagraba ganando la estatuilla a mejor actriz, Ryan Gosling sorprendía tocando el piano, y Damien Chazelle conseguía que por fin su película viera la luz, después de años tratando de sacar el proyecto adelante. Resultado: 6 premios Oscar que la convirtieron en un hito en su momento.
Un chico que estudia en un conservatorio de música tocando la batería consigue entrar en un selecto grupo donde solo tocan los mejores, dirigido por un profesor con unos métodos de enseñanza un tanto cuestionables. Así podría resumirse el argumento de la película, aunque esto no es lo más importante. Las actuaciones de los personajes son la clave de que te metas completamente en la película, aunque sinceramente para mí el protagonista ya es el 'chico malo' de la serie Divergente. Suele pasarme que al ver a un actor en una película y no saberme su nombre, le asocio ya casi para siempre a esa película (Daniel Radcliffe será siempre Harry Potter, pobre de él).
El 29 de abril se celebró el quinto Encuentro Gabinetes vs. Periodistas en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. El objetivo de este encuentro era mostrar la necesaria relación existente entre periodistas y comunicadores, entendiendo por estos últimos los gabinetes de comunicación de las empresas.
Comentarios
Publicar un comentario