El pasado mes de noviembre se celebró en Bilbao la Feria Internacional de Grabado y Arte sobre Papel, conocida como FIG Bilbao. Del 16 al 19 de noviembre se pudieron ver en el Palacio Euskalduna numerosas obras de arte que tenían como soporte el papel. Una cita que permitió a artistas conocidos y emergentes vender sus obras al público y disponer de un espacio en el que exhibir su trabajo.
Grabados y dibujos de Picasso o Miró estaban a la venta por miles de euros, conviviendo pared con pared con obras del Museo de Bellas Artes de Bilbao o con las viñetas de El Correo.
Más de 400 artistas pudieron mostrar sus obras, entre las que se encontraban un cuadro gigante de una ola hecha con tiras de papel; otro con una montaña representando las distintas estaciones del año con los colores; una pared dedicada a artistas emergentes que habían versionado El Guernica en pequeños cuadros; un artista que había transformado obras como El Quijote o Moby Dick en láminas que contenían los libros completos en miniatura, en una letra tan pequeña sólo visible con una gran lupa; o una lámina que a simple vista parecían garabatos pero que si se observaba a fondo se distinguían las frases y los dibujos que la componían.
También pude asistir a parte de la mesa redonda Arte&Empresa, en la que representantes del mundo del arte, de las fundaciones y empresarios, debatieron sobre la responsabilidad social de la empresa y de cómo la compra y conservación del arte es una forma de devolver la cultura a la sociedad. A su vez, se comentó que todavía está pendiente la creación de una ley de mecenazgo que proteja y favorezca los bienes culturales y artísticos de las empresas y los coleccionistas privados, y se debatió sobre el elevado IVA con el que cuenta la compra de arte, lo que provoca que muchos inversores acudan a países extranjeros en lugar de escoger las galerías nacionales.
El pasado mes de noviembre se celebró en Bilbao la Feria Internacional de Grabado y Arte sobre Papel, conocida como FIG Bilbao. Del 16 al 19 de noviembre se pudieron ver en el Palacio Euskalduna numerosas obras de arte que tenían como soporte el papel. Una cita que permitió a artistas conocidos y emergentes vender sus obras al público y disponer de un espacio en el que exhibir su trabajo.
Más de 400 artistas pudieron mostrar sus obras, entre las que se encontraban un cuadro gigante de una ola hecha con tiras de papel; otro con una montaña representando las distintas estaciones del año con los colores; una pared dedicada a artistas emergentes que habían versionado El Guernica en pequeños cuadros; un artista que había transformado obras como El Quijote o Moby Dick en láminas que contenían los libros completos en miniatura, en una letra tan pequeña sólo visible con una gran lupa; o una lámina que a simple vista parecían garabatos pero que si se observaba a fondo se distinguían las frases y los dibujos que la componían.
También pude asistir a parte de la mesa redonda Arte&Empresa, en la que representantes del mundo del arte, de las fundaciones y empresarios, debatieron sobre la responsabilidad social de la empresa y de cómo la compra y conservación del arte es una forma de devolver la cultura a la sociedad. A su vez, se comentó que todavía está pendiente la creación de una ley de mecenazgo que proteja y favorezca los bienes culturales y artísticos de las empresas y los coleccionistas privados, y se debatió sobre el elevado IVA con el que cuenta la compra de arte, lo que provoca que muchos inversores acudan a países extranjeros en lugar de escoger las galerías nacionales.
Comentarios
Publicar un comentario