Annihilation

Tenía bastante curiosidad en ver la nueva película de Natalie Portman que Netflix iba a estrenar directamente en la plataforma sin pasar por las salas de cine. Y no sé si por el hecho de estrenarse en el cine me hubiera gustado algo más. Es diferente verla en el salón de casa, pudiéndola parar cuando quiera, con la luz encendida y sin un sonido envolvente. Y sinceramente creo que la película ganaría en la gran pantalla. Porque en definitiva es la adaptación de un libro de ciencia ficción protagonizado por cuatro mujeres científicas que, al parecer, estaban esperando la llegada de Portman para empezar su expedición y sobrevivir (o intentarlo al menos).


Annihilation (Aniquilación en español) comienza cuando Lena, una bióloga, cree que su marido lleva muerto un año. Cuando por fin ha decidido seguir adelante con su vida, éste reaparece, pero está amnésico y enfermo. Ambos eran soldados, y para saber qué le ha sucedido, la protagonista decide unirse a la misión a la que fue destinado su marido. Una misión liderada por una psicóloga y compuesta por una física, una topógrafa y una antropóloga, y ahora, una bióloga, que tienen como objetivo descubrir porqué una especie de cúpula alienígena se está expandiendo y provoca la muerte o desaparición de todos los que entran en ella.

La historia, así como la estética, me parecían atractivas. Hasta que veo que Natalie Portman toma todo el protagonismo y liderazgo de ese grupo al que se acaba de unir, haciendo quedar a las otras bastante mal. Es la única con preparación militar y la que parece observar las alteraciones del entorno. Y además, todas ellas entran sin ningún tipo de mascarilla ni traje protector, a pesar de tratarse de un área desconocida y posiblemente tóxica. Son estos detalles los que hacen que, para mí, pierda cierta credibilidad de la que se le puede exigir a una película de ciencia ficción.

Cuando entran en ese territorio, todo está mutando. Tanto la fauna, la flora como los seres humanos cambian bajo esa especie de cúpula. El objetivo es ir hasta un faro, del que emana toda vida y todo cambio. Pero por el camino aparecerán animales monstruosos (de hecho hay una escena en la que pasé verdadero miedo), plantas que crecen como personas, y sobre todo la pérdida de memoria. 

Es precisamente la escena del faro y lo que sale de él lo que me chirría. Pero lo que más rabia me da es la cantidad de preguntas sin resolver que deja la película. Además, el final tampoco es algo demasiado imaginativo (recurrir al fuego es algo bastante habitual para destruir un hábitat). En definitiva, mis expectativas no se vieron cumplidas, pero en general me resultó entretenida y con unos buenos efectos especiales y una gran ambientación.

Comentarios

Post populares

El color en La La Land: las emociones de Mia a través de su vestuario

En el interior de Pixar

Whiplash