Muñeca rusa

Mira que me gustan las series con saltos o varias líneas temporales, pero para ser una serie de ocho capítulos Muñeca rusa podría haber concretado más desde el principio y arrancar un poco antes. Aunque no me ha disgustado tampoco es una serie que vaya a recordar. Está bien para pasar el rato, es entretenida y se consume fácilmente (25 minutos de media por capítulo).

Al decidirme a verla solo sabía lo que pone en la sinopsis: que una mujer muere el día de su cumpleaños y revive una y otra vez la misma noche. Aunque reconozco que también me llamó la atención por su actriz protagonista, Natasha Lyonne, a la que ya conocía de Orange is the New Black y que me encantaba. De hecho, mantiene un poco el rollo del personaje en la nueva serie de Netflix, aunque más egoísta y pasota.

Nadia, la protagonista, está encerrada en un bucle temporal en el que sabe que va a morir de cualquier manera y volver al mismo punto en el que comienza la noche de su cumpleaños. Al principio decide divertirse todo lo que puede, hasta que comienza a cansarse y descubre que no es la única persona a la que le está ocurriendo eso. Ahí parece ponerse interesante la historia (cuatro capítulo) y sin embargo es como si volviera a empezar pero desde otra perspectiva -la del otro personaje-.

No sé cómo es posible porque solo tiene 8 capítulos de 25 minutos, pero a mí me parece que la historia tarda mucho en arrancar, tanto como los protagonistas en darse cuenta de lo que les está sucediendo. Imagino que esto será intencionadamente, que hasta que no lo saben ellos no lo sabemos nosotros, pero en serio, ¿5 capítulos de 8 para que empiecen a verse las piezas del puzzle? Podrían arrancar un poco antes y hacerla más interesante desde un primer momento, y no desde la mitad de la serie.

No obstante, el final me encantó. Por eso recomiendo verla, porque fácilmente se ve en dos días o incluso en uno si te engancha.

Tráiler


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