Jurassic World: El reino caído

J.A. Bayona ha conseguido que me reconcilie con esta nueva trilogía de la saga Jurassic Park que dio comienzo en 2015 con Jurassic World. Una película que no logró convencerme del todo porque no tenía la esencia de las entregas originales, pero cuya secuela ha logrado rendirle homenaje y al mismo tiempo dar continuidad a la primera entrega dotándole de esas grandes escenas de tensión como tan solo sabe hacer este director.


En Jurassic World: El reino caído la acción comienza cuando Claire Dearing (Bryce Dallas Howard) es reclutada para volver de nuevo al parque con la misión de rescatar algunas especies de dinosaurios que se van a ver obligadas a volver a la extinción, ya que el volcán de la Isla Nublar está a punto de hacer erupción. Cómo no, tenía que reunir a su compañero de aventuras y domador de velocirraptores, Owen Grady (Chris Pratt), para que volviera esa química sexual y ese toque de super hombre que puede con todo lo que le echen (aunque sean dinosaurios corriendo a su alrededor o cinco tíos cuadrados con metralletas).

Los primeros minutos de la película ya adelantan que va a estar bien. En esa introducción se presentan los elementos que la definen: tensión, acción, y drama-comedia. Y entonces aparecen de nuevo los protagonistas, que vuelven a la isla en plena erupción del volcán, creando unas escenas memorables e increíbles. Solo ver la lava, las explosiones y las distintas especies de dinosaurios corriendo por sobrevivir (con los humanos de turno intentando no morir aplastados), dices: esto es Bayona. Al igual que en Lo imposible, juega con la fuerza de la naturaleza y el ansia de supervivencia de toda especie y no da un respiro al espectador.

Pero en esta historia no todo es acción. También hay mensajes importantes y extrapolables a la realidad, como la capacidad del ser humano para convertirlo todo en un arma, el poder del dinero, los límites (o no límites) de jugar con la genética, y por supuesto, la inocencia e ingenuidad. Si algo hemos aprendido de las películas de Jurassic Park es que nunca hay que fiarse de nadie. Siempre hay alguien en tu entorno que está ahí para sacar provecho, y El reino caído no iba a ser menos. Al igual que el 'factor niño', que en esta ocasión es una única niña, pero menuda niña. Y el toque cómico de este filme es genial. 

Aunque otra vez, lo que no convence es que creen a un nuevo dinosaurio. Si eso ya se vio en la película anterior y no me cuajó, -al igual que domesticar a los velocirraptores-, en esta película, -en gran parte-, se centra en este aspecto. Y eso es lo que me chirría un poco. Que un dinosaurio sea capaz, ya no solo de matar por placer, sino de pensar. Y que Blue sea un espécimen tan particular es como quitarle la esencia a uno de los mejores dinosaurios originales para crear un personaje nuevo que cae bien al público.

No obstante, en general me parece una película espectacular, llena de acción, entretenimiento, comedia y guiños a la saga original muy bien metidos (no con calzador). En definitiva, un gran blockbuster.

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