Los buenos malos

Viendo series y películas nos encontramos con algunos personajes que no sabemos muy bien dónde situar, si en el bando bueno o en el lado malo. No obstante, este tipo de personajes tienen características de las dos partes. No sabes hasta el final de la historia si te caen bien o mal, porque suelen guiarse por sus propios intereses, aunque al final siempre tienen un aspecto en común, su punto débil: el amor.

Chuck Bass
Chuck Bass (Gossip Girl), por ejemplo. Comenzó como el malo del grupo y acabó siendo casi uno de los personajes principales por la relación que mantenía con Blair Waldorf. Guiado por sus intereses, económicos sobre todo, y de poderío, no tiene límites para conseguir lo que quiere. Sin embargo, a lo largo de la serie va abandonando ese lado oscuro y se va reblandeciendo en presencia de Blair.



Lo mismo ocurre con Tyrion Lannister (Juego de Tronos). Es uno de los personajes que más me gusta de la serie. En ella cada uno va según sopla el viento, pero este personaje hace todo lo posible por sobrevivir. Hasta que de nuevo introducen a un personaje femenino que muestra su parte más 'tierna'. Pero también es malvado, manipulador y sobre todo muy inteligente.



Sucede lo mismo con Rumpelstiltskin (nombre impronunciable de Érase una vez). Un personaje que lo pintan como uno de los malos de la serie pero que luego ayuda a quien le interesa. No sabes muy bien a qué atenerte con él, pero sientes curiosidad por saber qué es lo próximo que va a hacer. Como el anterior, es inteligente y manipulador, y tiene un punto débil.



También quería destacar a Barney Stinson (Cómo conocí a vuestra madre). Es el peor y el mejor del grupo al mismo tiempo. Me refiero a los valores e ideas que transmite en todas las temporadas. Es un personaje que puedes adorar y repudiar al mismo tiempo. Hasta que llega el amor, que en parte cambia su carácter. Va a ser difícil mantener la esencia de Barney estando enamorado.



Otro personaje que merece especial mención es Severus Snape (Harry Potter). Personalmente cuando me terminé el último libro no me quedó muy claro si era malo o bueno. Resultó que al final era lo segundo, aunque a lo largo de los libros y películas se había propuesto hacer la vida imposible al protagonista. Las acciones que comete tampoco juegan a su favor, hasta que todo se explica al final. No sabes muy bien a qué atenerte con este personaje. No sabes si odiarlo o amarlo.


Pero sin todos estos personajes, tanto las series como los libros quedarían insulsos, insuficientes, incompletos. Son este tipo de personajes que juegan con el bien y el mal los que dan esa chispa a las historias.

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