Ocho apellidos vascos

Después de varios meses en cartelera, y tras el impacto y la repercusión que ha tenido esta película, por fin he tenido ocasión de verla. Y sinceramente, creo que la promoción de la misma ha sido mucho mayor de lo que es la película en sí. No me he reído a carcajadas, pero lo he pasado bien y me ha gustado. Ha cumplido, en definitiva, la labor de entretenimiento y distracción que esperaba de la película.

Ocho apellidos vascos es una comedia romántica española. Un sevillano (Dani Rovira) se enamora de una vasca (Clara Lago), a la que su novio le ha dejado plantada antes de casarse. Como es normal en este tipo de películas, el chico se va a buscar a la chica hasta donde haga falta.

Esto hace que la historia se desarrolle en un pueblo del País Vasco, donde la chica, Amaia, forzará a que Rafa se haga pasar por su antiguo novio, Antxon, para no contarle a su padre la verdad: que Antxon le ha dejado y que Rafa es sevillano. De este modo, el protagonista se hará pasar por vasco, con la gracia que caracteriza a Dani Rovira, hasta el punto de tener que llegar a casarse con Amaia para mantener la mentira.

El final de la película es predecible, ya que tantas historias de este tipo ya se sabe como terminan. Tiene puntos graciosos, sobre todo a cargo de Carmen Machi y Dani Rovira, pero la historia no da para mucho más. Es, en definitiva, lo que esperaba, incluso menos de las expectativas que me habían creado.