Vivir es fácil con los ojos cerrados

He de reconocer que no soy muy de cine español, pero esta película tan sencilla me ha encantado. Vivir es fácil con los ojos cerrados es una road movie protagonizada por Javier Cámara, quien interpreta a un profesor de inglés que es fan de The Beatles. Cuando se entera de que John Lennon está en Almería rodando una película, no duda en ir a conocerle. Pero durante el camino se encontrará con dos jóvenes que huyen de sus problemas, y a los que tratará de ayudar.

Con la década de los años 60 como telón de fondo, el filme hace un repaso de las inseguridades de la adolescencia y de la juventud, y también de la pasión que mueve a un hombre a conocer a uno de sus ídolos. Ese sueño, ese deseo y esa seguridad que caracterizan al personaje de Javier Cámara hacen que el espectador piense que es un iluso, que es imposible conseguir lo que se propone. Y aún así, él nunca piensa que no va a conseguirlo. Cuando se ve con algún bache en el camino trata de sortearlo, y eso es lo que me gustó del protagonista.

Eso, y que hace que pienses que todavía queda gente buena en el mundo. Porque actualmente quién se sube en un coche con un desconocido haciendo autoestop. Y si encima te paga el hotel y te encuentra trabajo te preguntas qué es lo que realmente quiere. Y la respuesta en esta película es nada. Simplemente es bueno por naturaleza y quiere ayudar.

Además, la ambientación de la cinta, con esos paisajes de montaña, de carreteras llenas de curvas, de playas desiertas, son tan característicos del panorama español que hacen que te metas completamente en los escenarios, porque son fácilmente reconocibles. En definitiva, es una historia soñadora, luchadora, pero a la vez sencilla, lo que provoca que se haga ligera y entretenida.