Psicosis

No había visto esta maravilla de película hasta hace un par de semanas. No sabía ni de qué iba. Tan sólo conocía la famosa escena de la ducha. Además, es difícil hablar de la película sin destriparla, pero lo intentaré. De hecho, aunque lo que más suele interesar es la historia que se cuenta, aquí también importa -y mucho- cómo se cuenta.

Una secretaria llamada Marion Crane roba dinero de su empresa y se marcha de la ciudad para ver a su amante. En el camino decide parar en un motel de carretera para descansar, donde conocerá a Norman Bates, un joven que regenta el lugar y que vive con su madre en la casa de enfrente. Pero pronto sucederá algo que hará que cambie el rumbo de la historia.

La pronta desaparición de la protagonista deja al espectador un tanto perdido. ¿Y ahora qué pasará? Si en apenas media hora ya se han cargado a la protagonista en esa famosísima escena en la que, a pesar de estar desnuda en la ducha, no se ve nada que no se quiera mostrar.

Tras este suceso tendrá que aparecer un nuevo (o nueva) protagonista que siga el camino iniciado por Marion, y en ese punto entra en escena su hermana, que comenzará una búsqueda por su cuenta para encontrar hasta la entonces protagonista. Al llegar el pueblo al que se dirigía Marion conoce a un detective que también la está buscando, pero en su caso por el robo del dinero. Ambos, junto con el amante, se unirán para saber lo que pasó con Marion en el motel.

Y hasta aquí puedo leer, porque sino sí que destriparía completamente la película. Lo que me gusta de ella, entre otras cosas, es que esté en blanco y negro, los pocos escenarios y personajes que hay, y que con lo que parecen ser pocos elementos, se haga una historia y una construcción muy interesante.

El tema de la personalidad y los secretos que oculta cada persona está llevado al extremo hasta un punto psicótico, como se resuelve al final de la película (y de ahí su nombre). Además, el espectador sólo sabe lo que el narrador de la historia quiere que sepa, ya que cuenta la historia a través de los ojos de los personajes. Seguimos su recorrido por los diferentes lugares, averiguando lo que ellos descubren, y eso hace que te metas completamente en la historia.

El final resulta verdaderamente impactante (al menos para mí), y la estética tan cuidada mantienen el misterio y la intriga hasta el último momento. Es una de las pocas películas que no me ha parecido predecible, como me sucede a menudo. Sin duda es una película imprescindible de ver. 

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