Percy Jackson y el ladrón del rayo

Percy es un adolescente que pronto descubrirá que tiene poderes. Podría sonar a otra típica película de adaptación cinematográfica de una saga literaria, protagonizada por adolescentes que se vuelven especiales de la noche a la mañana. Y es así. Solo que esta vez aparecen dioses griegos y la mitología es real.

La película cuenta con un reparto de lujo: Pierce Brosnan o Uma Thurman hacen de minotauro y de Medusa, respectivamente. Al parecer, alguien cree que Percy ha robado el rayo de Zeus, así que todos los seres mitológicos que puedas imaginarte irán a buscarle para capturarle y hacerse con el rayo. Entre ellos se encuentra Hades, el dios del inframundo, donde el protagonista descenderá para recuperar a su madre.

Al ver esta película sentí que todos los temas estaban ya tan explotados (magos, vampiros, hombres lobo, ángeles, demonios, etc.) que sólo quedaba la mitología griega. Y esta película lo reúne todo en una especie de campamentos de adolescentes semidioses donde aprenden a ser 'héroes'.

En líneas generales me pareció poco creíble. Es decir, ¿adolescentes semidioses? ¡Lo que faltaba por ver! Los dioses descienden a la Tierra en pleno siglo XXI y se enamoran de los humanos. Tienen hijos pero no pueden tener contacto con ellos. Claro. ¿Y qué más? No sé porqué me parece más creíble que un vampiro sea 'vegetariano' y se enamore de una humana. Tal vez porque me leí los libros en plena adolescencia y me gustó la historia. Puede que si me hubiera leído esta saga también me hubiera gustado, pero desde luego la película no es de lo mejor que he visto.