Wonder Woman

Después de Batman v Superman: El amanecer de la Justicia y Escuadrón Suicida, el universo Warner/DC tenía que mejorar antes de que llegara la próxima reunión de los superhéroes de La Liga de la Justicia. Y la compañía lo ha logrado gracias a la única fémina del grupo: Wonder Woman. Una superheroína que ya apareció en Batman v Superman y que por fin tiene la película que se merece, lejos de imágenes y representaciones de 'superheroína hecha para atraer a los hombres'. Porque este filme atrae a todo tipo de público, incluido mujeres que no suelen ver películas de acción o de superhéroes. 

Wonder Woman explica los orígenes de Diana Prince, una Amazona que vive en Themyscira, una isla paradisíaca aislada del resto de la humanidad, y cómo se convierte en la gran heroína que está destinada a ser. Con una Gal Gadot impecable, que encarna a la perfección el personaje, la película mezcla acción, drama, incluso comedia y amor. En definitiva, muchos de los componentes necesarios para ser una buena película.

La cinta se ambienta en la Primera Guerra Mundial, en la que están desarrollando un gas que acabará con toda la humanidad. Para impedirlo, el piloto encarnado por Chris Pine se ve de repente acompañado de una mujer que no conoce el mundo actual, pero que está decidida a salvarlo del dios de la guerra, Ares, quien cree que está detrás de la creación del gas mortal.

A pesar de que una de mis primeras ideas antes de ver la película era cómo iba a luchar Wonder Woman con un vestido tan escueto que puede que hiciera que en cualquier momento se le viera todo, lo cierto es que su determinación, su fuerza, su ingenuidad y su altruismo hicieron que me olvidara de su corta falda. Porque el personaje está tan bien construido sin dar pie a la burla que es normal que salgas del cine queriendo ser como ella. 

Ya era hora de que hubiera una superheroína con la que las más pequeñas pudieran sentirse identificadas, en un mundo de cómics y superhéroes en el que predominan las figuras masculinas y las mujeres están representadas de una forma tan sexualizada o ridícula (véase Halle Berry en Catwoman, Margot Robbie en Escuadrón Suicida -a pesar de ser de lo mejor de la película-, aunque con la excepción de la serie de Supergirl).

En definitiva, a pesar de algunos peros (como un exceso de la cámara lenta y el énfasis en que Diana puede parar las balas con su armadura) y giros de la trama incluidos (como que el villano no resulta ser quien parecía ser), Wonder Woman ha logrado el éxito que se merecía, con una batalla final espectacular y una segunda parte que no tardará en llegar.