Foto de Weekly Entertainment Amanecer comienza en rojo, como teñida de sangre. La gente grita, cosa nunca antes vista en el cine, al ver las letras del principio. No iba con las expectativas de que esto no sucediera; tampoco me esperaba que la película fuera increíblemente genial porque no lo fue, pero más que nada por lo que se ha convertido en este tiempo: se ha explotado tanto y se han asociado en demasía los actores a los personajes, que la esencia del libro en las películas es inexistente. Esto no pasó con Harry Potter, por ejemplo. Es cierto que no se puede comparar una con otra, pero sí el tratamiento que se le ha dado. ¿Por qué iba a ver con ilusión y tristeza la última entrega de Harry Potter, y sin embargo voy como obligada a ver Amanecer? ¿Por qué puedo ver reflejados a Harry, Ron y Hermione en Daniel Radcliff, Ruper Grint y Emma Watson sin cogerles manía, y no me gustan nada Robert Pattinson y Taylor Lautner para Edward y Jacob?