El precio de la verdad

“El periodismo es el arte de captar el conocimiento” dice Stephen Glass en El precio de la verdadPodemos obtener información de las personas, de nuestra propia experiencia, de la prensa, de la televisión, de la radio. Todo nuestro entorno es una fuente de conocimiento. Y el periodismo es el encargado de hacérnoslo llegar. Pero, ¿qué sucede cuando ese conocimiento es falso?
Los medios de comunicación tienen el poder de transmitir la información que creen relevante e interesante. Los espectadores no solemos pararnos a pensar si lo que nos cuentan es verdad. Damos por sentado que sí lo es. Nos limitamos a leer y escuchar, sin darnos apenas cuenta de la lenta manipulación que ejercen los medios sobre nosotros. No investigamos por nosotros mismos. Son los periodistas quienes tienen la responsabilidad de transmitir información verdadera y fiable para que podamos estar correctamente informados.

Esta idea se da en la película a través del protagonista. El joven periodista escribe artículos basándose en las experiencias que vive y las notas que toma al observarlas. Los encargados de revisar los datos nunca encuentran ningún fallo. Hasta que otro periodista de un periódico menos importante comprueba la información del último artículo escrito por el joven. Este hecho marca un punto de inflexión en la película y en la carrera del periodista, ya que todos los artículos escritos por él son revisados. 27 de los 41 escritos son parcialmente falsos.

Esto lleva a otra cuestión: ¿se puede engañar a los medios de comunicación? El protagonista consigue filtrar información falsa dentro de su propio periódico, quien tiene la obligación de revisar todas las fuentes, lo que lleva a plantearse si el sistema es defectuoso.
Actualmente también se dan casos en los que las noticias que se publican son producto de una broma, y los medios de comunicación las dan por válidas, aunque más tarde tengan que rectificar.

¿En qué fuentes se basan los medios para tratar la información? Queremos creer que son fiables, pero en la película se ve cómo a veces sólo basta la palabra del periodista para decir si algo es verdad o no. Además, las personas suelen guiarse por su propio interés, y pueden transmitir información falsa para propulsar su carrera, como se muestra en la película.

Esto nos lleva a otra pregunta. ¿Es real todo lo que nos cuentan? Una de las características del periodismo es la veracidad, pero, ¿cómo podemos estar completamente seguros de la realidad si no la experimentamos por nosotros mismos?

Y por último, ¿nos engañan los medios para hacernos pensar de una determinada manera? La información que recibimos influye en nuestra forma de percibir la realidad, en nuestra ideología y los juicios que realizamos. Todo ello depende de cómo se trate el conocimiento que adquirimos.
Cuando somos capaces de plantearnos estas cuestiones y de investigar por nosotros mismos, entonces comenzamos a crear nuestra propia realidad.

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