Gossip Girl

La serie cuenta las vidas de seis protagonistas que viven en el lado pijo de Nueva York, el Upper East Side. Lo que comenzó siendo como una serie sobre adolescentes ricos acabó convertida en una serie sobre moda, traiciones y jóvenes que resuelven sus problemas por sí solos, además de no tener que estudiar una carrera para conseguir un trabajo.

En una serie como esta, todos se lían con todos. No importa lo que pase en seis temporadas, que al final acabarán como comenzaron al principio: con el que creían que iba a ser el amor de su vida. Lo que más atrae de este tipo de series son las fiestas que se organizan. Siempre hay un baile de máscaras y siempre se cuela alguien que no debería estar allí. Alcohol, drogas, sexo y líos de por medio, ya sea entre ellos o con mujeres más mayores, consigue enganchar porque es como un culebrón.

Manipulación, desprecios, el chico bueno y los del quiero y no puedo (Chuck y Blair, la relación más notable de la serie) así como ansia de poder, van alargándose durante las temporadas. Tiene varios momentos de bajón, pero en general está bastante bien.

El final, sin embargo, dejó un sabor amargo (a mí por lo menos). Gossip Girl (la Reina Cotilla como fue traducida al español) es el personaje clave del telefilm. Es la encargada de hacer que todos se vuelvan contra todos, de contar los cotilleos sobre los seis personajes claves de la serie. Y desvelar al final de la serie quién era fue...demoledor y poco creíble, la verdad.

En definitiva, es una serie para escapar un poco de la realidad, ya que es entretenida y muestra un mundo americano inalcanzable, lleno de lujo y fiestas, amor y manipulación.