La maleta mexicana
El documental
narra la historia de unos negativos fotográficos que fueron encontrados en una
maleta en México. Esta maleta contenía fotografías de Robert Capa, Greta Taro y
Chim. Son fotografías de la Guerra Civil española, aunque al principio no se
supo a qué correspondía ni que información histórica tenía. Estas fotografías
se ocultaron porque reflejaban el punto de vista que tenían los fotógrafos del
conflicto de 1936.
Capa se
caracterizaba por fotografiar con proximidad y realismo. Fue a España por propia
voluntad. Sus fotografías definen iconográficamente una parte de lo que fue la
guerra. Las fotografías cambiaron el mundo por el impacto que producían la
fotografía bélica. Se introdujeron otro tipo de imágenes: fotografías en las
trincheras con los soldados, en primera línea de guerra, improvisadas y tomadas
sobre la marcha. Antes no existían tales fotografías: sólo se mostraban
imágenes del antes o del después de una batalla, pero no del durante. En la
Guerra Civil española morían civiles, las ciudades se destruían, y todo eso se
mostraba por primera vez, causando gran impacto en la opinión pública.
Greta Taro
murió en la guerra, en Brunete. El trabajo de Capa ensombreció el de Taro, y
también el de Chim. Tomaban fotografías de exiliados, de las familias en los
caminos y de cómo a medida que ganaba Franco las familias se marchaban del
país. Capa fotografió los campos de concentración en los que se alojaban los
exiliados. Las personas se concentraban en una playa de Francia, sin agua ni
comida, rodeados de una valla. Estas fotografías sirvieron para pedir ayuda
para solucionar esta situación.
Muchos de los
exiliados se marcharon a México, que les recibió con los brazos abiertos,
prometiéndoles una nueva vida. Un colaborador de Robert Capa, Weisz, se marchó
a ese país. No es de extrañar que tal y como hicieron los españoles, el archivo
fotográfico también se marchara.
Al descubrirse
la maleta, las fotografías se expusieron en Nueva York, pero sin ser
contextualizadas. La maleta había estado en posesión de un amigo del
colaborador de Weisz, que tras fallecer le pidió que cuidara de la maleta. Al
ver su contenido dedujo que esos negativo eran importantes, y los dio a conocer
al mundo. Sorprende el buen estado en el que se encontraron los negativos, y lo
bien organizado y estructurado que estaba el contenido: la maleta estaba
dividida en rejillas, y en cada cuadrado estaban los negativos con su
correspondiente fecha y lugar.
Personalmente
creo que los autores de esas fotografías querían que en algún momento de la
posteridad se conocieran esas imágenes. Eran conscientes del peligro que
corrían si mostraban esas imágenes al público, por lo que hicieron bien en
esconderlas. Lo sorprendente es que viajaran hasta tan lejos y en tan buen
estado.
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