Cézanne y los colores de la Provenza

En Cézanne se pueden encontrar múltiples tendencias de la pintura contemporánea, desde el impresionismo al cubismo. Es un postimpresionista con un estilo propio, suelto y ágil, con un espíritu de captar un instante y plasmarlo en el lienzo.

La exposición Cézanne site/non-site que estará en el Museo Thyssen-Bornemisza hasta el 18 de mayo de 2014, recoge numerosos cuadros del artista francés, reuniendo una gran variedad que abarca desde los paisajes más típicos de la Provenza hasta los desnudos y bodegones.

Cézanne estudiaba la naturaleza como búsqueda de lo permanente y lo duradero. Su etapa impresionista se puede observar en temas como los bodegones de frutas con llamativos colores naranjas, amarillos y rojos.

Pero si algo caracteriza la exposición de este autor en el Museo Thyssen de Madrid son los cuadros de paisajes de la Provenza. En su etapa constructivista, pretende que el ojo humano reconstruya la imagen que está viendo. Pinta con pinceladas gruesas, difumina los rostros y realiza trazos perpendiculares. La vitalidad de los colores de la naturaleza y las casas rurales dan un aire suave a los cuadros. Busca el color exacto en cada lugar.

Al principio de la exposición se nota la influencia del impresionismo de querer captar un instante de luminosidad y reflejarlo en el cuadro. Los colores son amarillos más pajizos y verdes más oscuros. Pero a medida que avanza la exposición las pinceladas se vuelven más gruesas y borrosas, fracturando la imagen. Los colores se transforman en tonos tierra, marrones y verdes mezclados con amarillos para dar vitalidad.

Sus cuadros de desnudos en la naturaleza son también muy reconocidos. Las figuras son voluptuosas y gozan en la naturaleza como si fueran parte de ella, pero el color de sus cuerpos desnudos destaca entre el verde de los árboles y el campo.

En definitiva, los cuadros de Cézanne recogidos en esta exposición muestran la serenidad del campo, de la vida rural, con intensos tonos verdes que logran transportar al visitante hasta el lugar del cuadro, reconstruyendo la imagen que el pintor fracturó en un avance de lo que sería el cubismo.